Diseños que exhiben paisajes deslumbrantes, corazones, cíclopes y una sensibilidad para el mundo natural que lo rodea son los sellos de las obras del artista argentino del graffiti Bater. Lo que hace aun más notable su destreza es su habilidad para reunir a artistas y amigos talentosos para crear impactantes obras colectivas.
El graffitero Bater y un mural cerca de San Isidro
Bater comenzó a pintar en la calle en 2002 cuando tenía 13 años, bajo la fuerte influencia del graffiti de la vieja escuela. “Vivía en la ciudad de Buenos Aires, pero luego nos mudamos a San Isidro”, recuerda. “Pasaba la mayor parte del día en la calle andando en skate o en bici y así fue como empecé a mirar las paredes. Iba a la escuela pensando en pintar y después de las clases me iba a las vías a taguear y pintar letras”. Cuatro años más tarde Bater conoció a Heis (uno de los dos miembros originales de la crew THG), que era uno de los primeros grafiteros de la zona norte de Buenos Aires. Casi al mismo tiempo también conoció a los otros miembros de la crew: Tekaz, Gone y Apste.
Pasajes y surrealismo
Las influencias de Bater también provienen del mundo de la pintura tradicional. Menciona a los maestros flamencos del siglo XVI Pieter Bruegel y Jerónimo Bosch -famosos por sus complejas composiciones con multitudes de criaturas y personajes- y al surrealista alemán Max Ernst como los pintores que más admira. En la obra de Bater también pueden encontrarse similitudes con la obra del pintor estadounidense Todd Schoor y su imaginería de estilo “cartoon” que suele representar enanos, gigantes, monstruos y personajes del mundo de la fantasía. Pero la persona que más inspiró a Bater para convertirse en artista está mucho más cerca geográficamente: es el destacado pintor argentino Duilio Pierri. “Mi papá es muy amigo de Duilio”, explica Bater. “Recuerdo que, desde que era chico, iba al taller de Duilio y miraba sus enormes cuadros, y eso dejó una fuerte impresión en mí. Desde ese momento, quise pintar como él”.
Latido– deslumbrante graffiti en Buenos Aires realizado por Bater con Tekaz, Heis, Apste, Resu y Gone
Buenos Aires. Muestra una escena de un bosque fantástico, lleno de animales autóctonos de la Argentina y, en el centro, un corazón que es su fuente de vida y energía. “Es un muro que nos llevó cuatro días y cada uno de nosotros pintó lo que le gusta pero con la idea de hacer algo juntos”, explica Bater. “No tiene sentido tener un gran lugar para pintar y pintar en gran escala si todos los elementos no se integran de la forma correcta. La idea era representar algunos de los animales de aquí, como las mulitas y serpientes, y que cada uno pintara una parte diferente. Heis pintó la boa, Gone pintó los peces, Apste hizo la luna, Resu hizo los árboles que salen del corazón que pinté yo. Cuando cada uno termina su parte, ayuda a los demás; siempre pintamos así”.
Vista con ojo de pez (julio 2012)
Muchos artistas tienen un ego enorme, pero Bater es de una humildad notable. Al hablar del increíble mural del bosque que pintó con su crew, no lo hace en primera persona sino que, con modestia, destaca la importancia de un grupo coherente donde el todo es mucho más importante que la suma de las partes. “El mensaje es sobre la unidad, con todos nosotros como si fuéramos uno”, subraya. “Todos estamos al mismo nivel, ninguno pinta su propia obra. No importa si la pared no está pintada totalmente, la idea es lograr algo que sea claro y que todos puedan disfrutar”.
Meeting of Styles Buenos Aires 2011 – parte del muro mágico pintado por Bater, Oz, Ice, Maur, Ceroker, Deimos y otros artistas
En noviembre del año pasado, llegó a Buenos Aires por primera vez el festival internacional de arte callejero ‘Meeting of Styles’. Como la palabra lo indica (‘meeting’ es “encuentro”), la idea fue invitar a diferentes artistas de todo el mundo a la capital de Argentina para pintar juntos y compartir ideas e influencias. No es de sorprender que Bater fuera uno de los tipos que hicieron que el evento resultara un gran éxito. Y junto con Oz, Ice, Maur, Cerok, Deimos, Tekaz, Nutt, Heis y Oster, Bater fue uno de los artistas que pintaron el mural gigante (arriba) en la planta generadora de electricidad de Colegiales, que fue la pieza central del evento.
Tierra del Fuego – parte de un mural en Martínez pintado por Bater, Heis, Tekaz y Gone
El mundo natural tiene especial importancia para Bater y su crew. Un tema recurrente en las obras de estos artistas es la oposición entre las fuerzas del hombre y la naturaleza. Uno de esos murales, ubicado en Martínez, se titula ‘Tierra del Fuego’ por el territorio patagónico y muestra una cantidad de botes y máquinas anfibias. Bater explica: “Es sobre los aborígenes que luchan contra la tecnología y eso era lo que pasaba. Los indios se untaban con grasa de ballena y la usaban para prender fuego y calentarse, por eso el lugar se llama ‘Tierra del Fuego’. De alguna forma, sigue pasando lo mismo hoy: la naturaleza tratando de luchar contra la tecnología”.
Hombre verde – Bater con una de sus creaciones surrealistas
Bater agrega: “Todos los miembros de la crew vivimos cerca de San Isidro, en una zona donde hay muchos espacios verdes y árboles, y siempre pintamos cosas que tienen que ver con la naturaleza. A Heis le encanta el agua y va mucho al río, y también tiene un vivero. A Apste le gusta ir al delta del Tigre. Cada uno de nosotros tiene su afinidad con la naturaleza”.
Unidos – colaboración entre Bater y Tekaz
Además de pintar con la crew, Bater pasa mucho tiempo con su amigo Tekaz (Jerónimo). “Lo que nos une es nuestro amor por lo que hacemos, los dos somos artistas y juntos estamos luchando por cosas mejores. Nos apasiona lo que hacemos en la vida, por eso pienso que ese sentimiento crea un vínculo fuerte entre nosotros. Cuando pintamos, tratamos de hacer cosas juntos. Si uno tiene un estilo diferente del otro, tratamos de adaptarnos y complementarnos”.
El corazón de las tinieblas – mural de Tekaz y Bater sobre el daño ambiental
Los murales que pintan Tekaz y Bater muestran a veces plataformas petroleras o camiones cisterna y corazones que representan ala Tierracon venas o arterias que bombean y chupan la sangre vital (petróleo) de las profundidades del mar y la tierra. La relación entre la tecnología y el medio natural son dos fuerzas opuestas que a Bater y Tekaz les gusta explorar en su arte. “Jero muestra el lado industrial y yo la parte natural”, dice Bater. “Él hace las bombas de petróleo y yo, el corazón hecho de tierra. Se trata de retornar a la naturaleza y pensar en otra forma de vivir”.
Mirada que atrapa – los cíclopes de Bater
Además del corazón, el ojo es otro órgano y detalle que aparece con frecuencia en sus otras. Bater explica: “Es una mirada, algo sobre lo que pensar, y puede parecer medio loco, pero para mí es un método de comunicación, una forma de interacción entre la persona que mira el muro y el muro o el personaje en sí”. Luego agrega: “El ojo puede simbolizar también el peligro, está diciendo: tomá consciencia y prestá atención a lo que estás haciendo”.
Ojo para el detalle – “Desde chico pinto personajes con un ojo”
“Desde que era chico pinto personajes con un solo ojo”, recuerda Bater. Todavía produce pinturas y dibujos con cíclopes en su estudio. “Lo hacía de manera subconsciente. Recién descubrí de lo que pasaba cuando empecé a mirar mis obras con más atención y me di cuenta de cuántas pinturas de cíclopes había hecho. El tema del cíclope fue evolucionando mucho desde entonces y también generó otras ideas y conceptos, como el del corazón”.
Territorial – cíclope en un taller mecánico de San Isidro
“Los cíclopes no son malignos, pero son territoriales y mejor no meterse con ellos”, advierte. “Tienen algo poderoso adentro y pueden herirte. A veces me gusta hacer cosas un poco más provocativas, y los cíclopes pueden ser peligrosos, son guerreros poderosos y me gusta la idea de ponerlos en la calle, donde pueden interactuar con la gente. También trato de adaptarlos al medio en el que están. Si voy a la playa, por ejemplo, y pinto por ahí, trato de hacer un cíclope más anfibio. Me gusta la idea de trabajar con lo materiales que hay, los colores y la relación con el entorno”.
La bella y la bestia – pintado con Cuore (2012)
Cada uno de los monstruos-cíclopes de Bater es diferente, y sus diseños con fuertes influencias de las culturas azteca e inca pueden verse en las persianas de varios garajes y negocios de la zona de San Isidro.
Guerrero Águila azteca
Bater ya ha pintado alrededor de media docena de monstruos y cíclopes cerca de donde vive en San Isidro y dice que es un proyecto que lo entusiasma y que planea extender con el consentimiento y apoyo de los residentes y comerciantes locales. “Cuando hablo con los vecinos y les explico que estoy trabajando con este tema, relacionando la cultura latinoamericana y los cíclopes, entonces entienden lo que trato de hacer y eso nos acerca. Para mí, las obras no son solo algo mío, sino que son para compartir con los demás, y cuando me dan autorización para pintar, me da mucha satisfacción”.
Serpiente inca emplumada – Bater, Rikis y Tekaz (2011)
Bater ya tiene el ojo puesto en pintar más monstruos en San Isidro. “Estos cíclopes son parte de una serie y voy a seguir con el proyecto este verano y pintarlos en más persianas de negocios de la zona”, cuenta. “¡Vamos a tener un pequeño ejército de cíclopes en el barrio!”.
Fijense más graffitis asumbrosos por Bater en flickr.com/photos/bater133
Traducción del inglés: cortesía Laura Esteve
Fotos © Buenos Aires Street Art
